Uno de los grandes problemas de la industria textil es la cantidad de proveedores que se necesitan para hacer una prenda: campos de cultivo, fabricación del hilo, tela, lavandería, corte y confección... Nuestra solución a esto es concentrar a todos estos proveedores (excepto al campo de cultivo) en un radio de 10km, de esta forma podemos controlar el 100% de los procesos que intervienen en la fabricación de nuestras prendas. Esta fábrica está situada a tan solo 90 km de nuestros almacenes y a 250 km de nuetras oficinas.

En esta industria se han cometido atrocidades contra los derechos humanos, NWHR no va a contribuir a que esto siga pasando. Gracias al certificado SMETA del que dispone nuestra fábrica, garantizamos que los trabajadores desempeñan su actividad en un entorno seguro y a cambio de una justa compensación.

En el lavado y tinción, empleamos agua y una serie de tintes que generan unos residuos que hay que tratar. La lavandería cuenta con una depuradora que reaprovecha casi la totalidad del agua que se emplea en el lavado y tratamiento de los tejidos, creando así un círculo cerrado de consumo y evitando que esta sea vertida directamente al medio.

En este proceso reducimos en un 72% el agua que consume una prenda de algodón orgánico y ahorramos energía y tiempo gracias a que se aprovecha el calor del agua de la descarga para calentar el agua entrante.